Arte y arquitectura

LA MAJESTUOSA MATTERHORN
DETRÁS DE LA CÁMARA

UN SÍMBOLO DE ETERNIDAD Y BELLEZA AUDAZ

Tal es el encanto sobrecogedor de esta montaña, que ha servido de inspiración para innumerables artistas durante siglos. John Ruskin, el gran crítico de arte y escritor victoriano, habló de ella como “la cumbre más noble en Europa”. El artista no solo la pintaría, sino que también tomó la primera fotografía de la montaña en 1849.

La majestuosa montaña continúa cautivando a artistas y público a día de hoy. Las evocadoras fotografías en blanco y negro de Nenad Saljic han sido merecedoras de dos National Geographic Awards y le han llevado a ser nombrado Professional Landscape Photographer of the Year en los Sony World Photography Awards de 2013. Nenad, originario de Croacia, quedó fascinado por el montañismo a raíz de una excursión con el colegio a la temprana edad de 12 años. Siete años después escaló el Mont Blanc. Pero no sería hasta sus 40 años cuando Nenad pusiera sus ojos por primera vez sobre la embriagadora montaña Matterhon.

“Fue amor a primera vista”, ha admitido Nenad, quien actualmente vive en Zermatt, localidad que disfruta de deslumbrantes vistas de la montaña. En 2009 comenzó a fotografiar la Matterhorn en un proyecto que se extendería hasta 2015.

MATTERHORN: PORTRAIT OF A MOUNTAIN

Este fructífero proyecto tuvo como resultado varios miles de retratos y su libro "Matterhorn: Portrait of a Mountain", que incluye 43 fotografías en blanco y negro acompañadas por una cronología de los eventos más significativos de la historia de Matterhorn.

“Fueron siete los elementos de Matterhorn que me atrajeron”, ha afirmado Nenad. “Artísticamente, es una de las montañas más grandiosas del mundo –gracias a su forma piramidal y a su posición solitaria, podría ser considerada una montaña ideal. La Matterhorn incluso produce sus propios bancos de nubes debido a sus especiales condiciones atmosféricas.”

A Nenad le fascina asimismo su fértil historia. Durante mucho tiempo, la Matterhorn fue considerada inaccesible, con lo que no fue conquistada hasta mucho después de que lo hicieran las grandes cumbres alpinas. Edward Whymper conquistó finalmente la montaña en 1865, marcando el final de la era dorada del alpinismo.

“El triunfo y la tragedia de esta hazaña personifica el deseo humano por explorar y aventurarse más allá de nuestras limitaciones, al tiempo que nos recuerda lo grandes y pequeños que somos”, ha declarado Nenad. “La Matterhorn es producto de procesos geológicos que trascienden a los seres humanos y a nuestro concepto del tiempo.”

Montañero experimentado, nunca ha escalado una montaña por la que se sintiera tan atraído. “Creo que hay un dicho budista que reza que las mejores vistas de una montaña no son desde arriba, ya que una vez que estás en su cumbre, ya no puedes observar la montaña en sí. Por lo menos tengo una excusa filosófica” ha argumentado. Eternamente cautivado por ella, para Nenad el tiempo pasa más lento cuando trabaja, hasta que parece detenerse por completo.

Créditos de la foto: Nenad Saljic.