Gloria Fan Duan creó una innovadora obra de animación digital inspirada en el diseño textil de la Bauhaus, usando avanzadas tecnologías informáticas y digitales. La obra enreda muchas hebras de esperanza y armonía, superponiendo sus estéticas compartidas de la abstracción del formalismo de la Bauhaus y el formalismo zen, así como relacionando el tejido con el diseño asistido por ordenador. Las pinturas de nudos de Anni Albers comunican la forma en que compensa los medios masculinos y femeninos tradicionales. Suaviza los femeninos nudos de deseos que forman parte de la artesanía asiática, los textiles y las tareas con los elementos masculinos del zen y la escultura.

Lauren Januhowski creó un biombo de tela, inspirado en las mujeres tejedoras de la Bauhaus, combinando la impresión de monotipos y técnicas de costura para crear y unir su tejido. En su obra, su proceso está minuciosamente detallado y ligado a la historia de las prácticas de costura de su familia. Mezcla tintas, imprime cada pieza de tejido, corta letras a mano y borda pequeños detalles en cada pieza. A través de las historias contadas en sus obras, Lauren utiliza la voz de los personajes femeninos que compone basándose en acontecimientos personales, facetas de su personalidad, recopilaciones de diálogos con las mujeres de su vida y conversaciones escuchadas. Con sus proyectos, Lauren Januhowski pretende proponer una imagen compleja y multifacética de la mujer, como una colcha de retazos, a la vez que desafía activamente las complicaciones de la sociedad a las que nos enfrentamos conjuntamente como mujeres. En su obra, la armonía se expresa a través de la representación de una relación armoniosa y colaborativa entre mujeres, refiriéndose directamente no solo a la inspiradora colaboración entre las mujeres del taller de tejido textil de la Bauhaus, sino acreditando, de igual manera, el propio vínculo colaborativo creado por las mujeres de The Women Bauhaus Collective durante este proyecto único e inspirador.

Jasmine Deporta desarrolló una escultura fotográfica surrealista inspirada en el cuerpo femenino. Su obra refleja su entorno y sus relaciones, y es una reflexión personal sobre el anhelo y la identidad. Trabajar en el ahora, así como dejar espacio a la casualidad y a la intuición forman parte de su proceso de trabajo. Con una fascinación por la materialidad en sus instalaciones, las imágenes se vuelven táctiles y multidimensionales. La artista fusiona gestos performativos, encuentros íntimos y simbolismo diario en nuevos escenarios.  Su arte se ha inspirado, entre otros, en la “Teoría de la armonía” de Gertrud Grunow y su exploración del uso armonioso de todos los sentidos. En contraste con el lenguaje formal racional y geométrico, comparte un enfoque centrado en el cuerpo y en los sentidos, lo que inspiró la figura casi etérea, flotante en su obra.

Talia Golchin presenta una fascinante escultura digital inspirada en la sinergia entre la mente, el cuerpo y el universo.  En este contexto, su obra se centra en la armonía, expresada como el flujo de energía a través del movimiento, combinada con la quietud y la conectividad expresadas a través de la forma femenina. La abstracción del cuerpo femenino en forma de círculos y esferas suavemente entrelazados sincronizados con el flujo de energía revela la fuerza de la vida y las conexiones que hay entre el entorno natural con macroelementos del cuerpo y con sus partes integrantes, “las células”.  La forma femenina es el ente creador y las células son la base de la fuerza de la vida. Usando este concepto, Talia crea una sensación de unidad y de conexión que se explora a través de su propia interpretación de la armonía. Su obra está influenciada por la Bauhaus en cuanto a la sencillez de la forma y el color, con eufóricos amarillos y naranjas yuxtapuestos a tonos azules más tranquilos que aportan armonía y fluidez en el arte que celebra la conexión de La Prairie con la naturaleza.